Hace un par de años se publicó un artículo en el periódico La Nación, en la revista Áncora, titulado Costa Rica en ciencia ficción, de Iván Molina. Dicho artículo se refiere a la todavía escasa pero ya creciente literatura de ciencia ficción de nuestro país, y comentó sobre los aportes a este género de León Fernández Guardia, Carlos Gagini, Alberto Cañas, Fernando Durán Ayanegui, Fabián Dobles, Carmen Naranjo, Emilia Macaya, Jessica Clark y muchos otros nombres. Me dio mucho gusto que mencionara también a un sujeto de apellido Garro, autor de un tal Deus ex machina...
Este artículo nos hace pensar que la ciencia ficción costarricense podría no ser tan escasa, pero sí definitivamente marginal. En su escrito, Molina denuncia que algunas de las primeras obras del género en Costa Rica fueron estudiadas más por su contenido social (¡típico en nuestro preocupado país!) que por sus atributos de ficción científica. También ha pasado que obras de ciencia ficción hayan sido etiquetadas como “fantásticas” por estudiosos nacionales, aún cuando los extranjeros sí las hayan clasificado correctamente.
Pero, no obstante el desconocimiento que pueda haber sobre el género en cuestión, y la sólida hegemonía —por el momento— del relato social en Costa Rica, el artículo concluye que nuestra ciencia ficción no solo está proliferando, sino que además ya empieza a ser estudiada más seriamente, con una mayor cantidad de autores y estudios. El mismo Iván Molina (aunque no lo dice en el artículo, pero ya muchos sabemos), es autor de varias colecciones de cuentos de ciencia ficción.
Debemos aceptar que la ciencia y la tecnología no son temas ajenos a nuestra región, ni lo han sido durante ya varias décadas. San José fue una de las primeras ciudades electrificadas del mundo; el científico costarricense Franklin Chang ha implementado su laboratorio de desarrollo astronáutico en Guanacaste; ya no es descabellado pensar en que una nave espacial con su motor de plasma despegue de la pampa guanacasteca. Y si de tecnología se trata, la cultura de consumo se ha encargado de que todos estemos al día: telefonía celular, MP3, MP4, video juegos, robots, juguetes, Internet con todo lo suyo, Transformers, Matrix, Star Wars, Star Trek, Star Gate, Starship y todo lo que empieza con Star, pantallas de plasma, televisión por satélite, automóviles inteligentes, edificios inteligentes y muchas otras “cosas inteligentes”, máquinas que hablan, puertas que se abren con tarjetas de proximidad o con la huella digital, bases de datos monstruosas con la información personal de todos los habitantes, redes de cómputo y comercio… en fin.
Así pues, no hay motivo para que la ciencia y la tecnología no se cuenten entre las inquietudes de nuestra región; y por consiguiente, no hay motivo para que no se enliste en nuestra cultura el género literario al que le corresponde abarcar esas inquietudes: la ciencia ficción.
Recomiendo el artículo de don Iván (cuyo enlace adjunto aquí), así como sus colecciones de cuentos; y luego seguiremos hablando un poco más de la ciencia ficción nacional. ¡Hay bastante de qué hablar!
http://wvw.nacion.com/ancora/2009/noviembre/15/ancora2157674.html
Monday, July 25, 2011
Monday, July 18, 2011
Posibles futuros
Una de las buenas producciones recientes de la Editorial de la Universidad Estatal a Distancia (EUNED), es la colección Posibles futuros, que reúne seis cuentos de ciencia ficción de autores costarricenses. Según el prólogo de Juan C. Toledano Redondo, esta es la primera colección de cuentos de este género en Costa Rica -y al parecer en el mundo, no me consta- en la que se reparten en cantidades iguales hombres y mujeres. A esto yo agregaría que, a mi juicio, las tres piezas de autoría femenina son las mejores de la colección.
La otra división propuesta por Toledano (y que yo corroboro) señala que cuatro de estas obras se ubican en contextos allende el costarricense. En Los túneles de la memoria, de Laura Casasa, los sobrevivientes del desastre ecológico del planeta se refugian en algún tipo de sistema habitacional subterráneo, y habitan allí hasta mutar sus cuerpos y adquirir una apariencia similar a la de los topos; pero manteniendo la capacidad de razonamiento y memoria de seres humanos. En La onceava generación, de Antonio Chamu, los humanos han desaparecido de la Tierra y el planeta es habitado por generaciones de robots cada vez más complejos y perfectos, que construyen una próspera civilización. La prometedora Jessica Clark hace su aporte con Frente frío, el más elaborado de los seis relatos, donde al igual que en Telémaco, aborda el tema de la lucha por el poder, esta vez empleando como eje la crisis de calentamiento global. Y en Flor del crepúsculo, Laura Quijano ofrece un oscuro relato que describe con estupendo ritmo y una formidable aridez la más baja condición de la desesperanza humana, en un futuro devastado.
Las otras dos obras sí se ubican en una Costa Rica muy cercana, y con el truco de los viajes en el tiempo, se sitúan en épocas más bien pasadas, y no futuristas. En La tropa de David Díaz, un grupo de amigos de infancia descubre una misteriosa nave cuya procedencia se sugiere futurista. Y en Sputnik, de Iván Molina, una investigadora del futuro es enviada al pasado costarricense para registrar hechos históricos.
No hace falta decir la importancia que tiene una colección como esta para la nutrición de géneros de la literatura costarricense. Valdría la pena efectuar producciones como ésta cada cierto tiempo y con miras a alimentar una antología más gruesa (quizás de más de un tomo) dentro de algunos años. También estamos a la espera de una buena colección de relatos de otros géneros marginales (marginales en Costa Rica): fantasía, terror, misterio, detectivesca...
La otra división propuesta por Toledano (y que yo corroboro) señala que cuatro de estas obras se ubican en contextos allende el costarricense. En Los túneles de la memoria, de Laura Casasa, los sobrevivientes del desastre ecológico del planeta se refugian en algún tipo de sistema habitacional subterráneo, y habitan allí hasta mutar sus cuerpos y adquirir una apariencia similar a la de los topos; pero manteniendo la capacidad de razonamiento y memoria de seres humanos. En La onceava generación, de Antonio Chamu, los humanos han desaparecido de la Tierra y el planeta es habitado por generaciones de robots cada vez más complejos y perfectos, que construyen una próspera civilización. La prometedora Jessica Clark hace su aporte con Frente frío, el más elaborado de los seis relatos, donde al igual que en Telémaco, aborda el tema de la lucha por el poder, esta vez empleando como eje la crisis de calentamiento global. Y en Flor del crepúsculo, Laura Quijano ofrece un oscuro relato que describe con estupendo ritmo y una formidable aridez la más baja condición de la desesperanza humana, en un futuro devastado.
Las otras dos obras sí se ubican en una Costa Rica muy cercana, y con el truco de los viajes en el tiempo, se sitúan en épocas más bien pasadas, y no futuristas. En La tropa de David Díaz, un grupo de amigos de infancia descubre una misteriosa nave cuya procedencia se sugiere futurista. Y en Sputnik, de Iván Molina, una investigadora del futuro es enviada al pasado costarricense para registrar hechos históricos.
No hace falta decir la importancia que tiene una colección como esta para la nutrición de géneros de la literatura costarricense. Valdría la pena efectuar producciones como ésta cada cierto tiempo y con miras a alimentar una antología más gruesa (quizás de más de un tomo) dentro de algunos años. También estamos a la espera de una buena colección de relatos de otros géneros marginales (marginales en Costa Rica): fantasía, terror, misterio, detectivesca...
Labels:
antología,
autor,
autora,
calentamiento global,
Costa Rica,
cuento,
futuro,
robot,
viaje en el tiempo
Wednesday, July 13, 2011
Podcast producido por Página Cero
Podés descargar este podcast producido por Página Cero sobre la ciencia ficción en Costa Rica, con Daniel Garro (Deus ex machina) y Alejandra León de Cientec en: http://radiofarolito.com/sitio /recursos/podcast/PgCero_12_Ci enciaFiccionCR.mp3 ¡Ojalá lo disfrutés!
PODCAST Angela Arias nos invitó a esta tertulia, que permitió comentar sobre el Certamen Nacional de Ensayo Científico abierto a estudiantes colegiales entre los 13 y los 18 años, este año con el tema de la "Ciencia Ficción". Más información sobre el concurso en: http://www.cientec.or.cr/concurso2/index.html |
Conocé de qué trata el proyecto "Página Cero" y esperá los podcast que se transmiten por Radio Farolito. Pero sobre todo ¡animate a convertir la lectura en un placer! ¡Leer más! PAGINA CERO Página Cero es una radiorevista literaria semanal transmitida como podcast, por Radio Farolito, del Centro Cultural de España. Radio Farolito es una emisora por Internet, lo que quiere decir que todas las semanas podrás escuchar ediciones nuevas de la radiorevista y tener acceso directo a los podcast's para que los escuchés o descargués gratuitamente, cuando querás y dónde querás.. Ahora... ¿De qué va el programa? ¡De todo un poco! Página Cero (también conocido como PG0) cuenta con varias secciones, que se rotan según la semana. Y a partir de abril del 2011 podrás disfrutar de los contenidos de la radiorevista y del blog. La misión de este proyecto es fomentar la lectura en Costa Rica, para lo cual se tratan temas de literatura, como géneros, libros y autores. |
Subscribe to:
Posts (Atom)